75ª REUNION DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL
INSTITUTO INTERAMERICANO DEL NIÑO


7-9 Junio,  2000
Ottawa, Canadá


English

                                                                                                                         CD/RES. 04(75-R/00)

LA PARTICIPACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

 Considerando: 

1.         que la comunidad interamericana se encuentra en la fase preparatoria de la V Reunión Interministerial sobre Infancia y Políticas Sociales en las Américas a desarrollarse en Jamaica en octubre de 2000.   

2.         que existe consenso en cuanto a la necesidad de otorgar auténticos espacios de participación para los niños y niñas en lo referente a la manifestación de sus necesidades, opiniones y, en particular, en lo vinculado a las decisiones que los afectan.   

3.         que es muy importante fomentar y preservar aquellos ambientes naturales y propicios en los cuales los niños y niñas pueden expresarse con entera libertad y espontaneidad.

4.         que los Artículos 12, 13 y 14 de la Convención sobre los Derechos del Niño obligan a los Estados Partes a garantizar las condiciones para que los niños y niñas se formen un juicio propio, expresen sus opiniones libremente sobre todos los asuntos que los afectan, sean escuchados, se les asegure el derecho a la libertad de expresión, pensamiento, conciencia, religión y asociación, a la vez que se garanticen los derechos y deberes de los padres para guiar a los niños y niñas en el ejercicio de la participación de conformidad con la evolución de sus facultades.

El Consejo Directivo del Instituto Interamericano del Niño resuelve:   

1.         Instar a los Estados Miembros a la adopción de mecanismos de participación para que los niños y niñas puedan expresar sus opiniones y recomendaciones sobre los temas contemplados en la agenda de la V Reunión Interministerial sobre Infancia y Políticas Sociales en las Américas, teniéndose debidamente en cuenta las mismas en función de la edad y madurez alcanzada.   

2.         Exhortar para que dichos espacios de participación sean respetuosos y coherentes de los diferentes contextos sociales y culturales en los que viven los niños y niñas de las Américas y, a la vez, se evite en la medida de lo posible toda influencia que limite o coarte las expresiones, opiniones y recomendaciones que emanen de aquellos.