Quien fue maltratado se vuelve propenso a repetir esa conducta  Aunque las ciencias sociales puedan demostrar que no todo maltratado está condenado a ser maltratador.  No se trata, pues, de resignarse sino de encontrar las estrategias adecuadas para desactivar las conductas maltratadoras. El compromiso de trabajar por una cultura de derechos es tarea de todos, con la convicción que respetar al otro desde que nace, la convivencia pacífica, el diálogo, la ternura y la capacidad de reconocer los propios errores, son caminos ineludibles para construir felicidad.

Este libro, como los demás de la serie, le habla al niño y a la niña.  Pero no sólo se dirige a ellos.  Porque también el adulto debe entender que el problema comienza cuando en vez de elegir a una muñeca o a un juguete, los adultos eligen a alguien de carne y hueso para hacer caer sobre él o sobre ella el peso de los propios maltratos, frustraciones, o baja autoestima.  

 

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